En el mundo del cultivo de cannabis en interior, una sola decisión puede marcar la diferencia en toda la cosecha: cuándo cortar. Si lo haces demasiado pronto, obtendrás menor potencia y menos masa floral. Si lo haces demasiado tarde, los cannabinoides se degradan y el efecto se vuelve más pesado, a menudo sedante. ¿El momento ideal? Ese breve “sweet spot” de pocos días en el que la planta alcanza su máximo potencial.
La pregunta es: ¿cómo identificarlo?
Por qué el momento de la cosecha es tan importante
En interior tienes ventaja sobre los cultivadores de exterior: controlas la luz, la temperatura, la humedad y el riego. Pero la fase de floración sigue sus propias reglas y no puede acelerarse sin consecuencias.
Cuando la planta “decide” que su misión reproductiva ha terminado, comienzan procesos que reducen gradualmente la calidad de las flores. El THC se convierte en CBN, los terpenos pierden frescura y el aspecto de los cogollos se vuelve menos atractivo.
Métodos para evaluar la madurez
1. Color y estado de los tricomas – tu lupa es tu mejor amiga
Los tricomas son esos diminutos “cristales” brillantes que cubren las flores y las hojas de azúcar. Contienen la mayor parte de los cannabinoides y terpenos.
Translúcidos – aún no listos; el THC está en formación.
Blancos lechosos – concentración máxima de THC; efecto energético y cerebral.
Ámbar – el THC comienza a degradarse en CBN; efecto más relajante y corporal.
Momento óptimo: alrededor del 60–70 % lechosos y 20–30 % ámbar (el resto puede seguir translúcido).
Usar una lupa de 60–100× o un pequeño microscopio USB.
2. Color y estado de los pistilos
Los pistilos son esas estructuras finas y filamentosas que salen de los cálices.
Jóvenes: blancos, rectos, erguidos.
Maduros: naranjas, marrones o rojos, empezando a curvarse.
Regla general: cuando el 70–90 % ha cambiado de color, la planta probablemente esté lista.
Atención: algunas variedades cambian de color antes, así que siempre confirma con los tricomas.
3. Aroma y perfil terpénico
En los últimos días de floración, el aroma se vuelve más intenso y complejo. Si notas que ha alcanzado su punto máximo y empieza a cambiar (por ejemplo, de afrutado a más pesado), la cosecha está cerca.
4. Estructura y firmeza de los cogollos
Las flores maduras son densas, pesadas y ricas en resina. Si los cogollos aún crecen en volumen, espera. Cuando el crecimiento se detenga y el peso esté al máximo, es momento de sacar las tijeras.
Errores comunes
Cortar “a ojo” – la apariencia puede engañar; la ampliación es imprescindible.
Confiar solo en los tiempos del banco de semillas – las semanas indicadas son orientativas, no una norma fija.
Ignorar la genética – las sativas maduran más lentamente que las índicas, e híbridos pueden sorprender.
Estresar la planta antes de la cosecha – las últimas 1–2 semanas son para tranquilidad, no para experimentos.
Consejo pro: lavado final
De 7 a 14 días antes de la cosecha, enjuaga el sustrato con agua limpia (sin fertilizantes). Esto mejora el sabor y la suavidad al fumar.
Conclusión – la caza del día perfecto
El momento de la cosecha no es una fórmula matemática, sino una combinación de observación, experiencia e intuición. El cultivo en interior te da control, pero la naturaleza siempre tiene la última palabra.
Con una lupa en mano, observando tricomas y pistilos, oliendo los aromas y palpando los cogollos, encontrarás tu día dorado. Mejor cortar un poco tarde que demasiado pronto: perderás algo de THC, pero ganarás aroma y un efecto más profundo.