Todo cultivador de cannabis se enfrenta tarde o temprano a la pregunta: ¿defoliar o no defoliar? Algunos dicen: «las hojas son paneles solares, no las toques», mientras que otros afirman: «sin defoliación nunca alcanzarás el máximo rendimiento». Como suele ocurrir, la verdad está en un punto intermedio. En este artículo te explicaré qué aporta realmente la defoliación, cuáles son sus ventajas, sus inconvenientes y cuándo es más inteligente no hacer nada.
¿Qué es exactamente la defoliación?
La defoliación no es más que la eliminación intencionada de algunas hojas de la planta durante el ciclo.
Normalmente se hace:
- en la fase de crecimiento, para dejar pasar más luz a las ramas inferiores,
- en la fase de floración, para mejorar la circulación de aire y la iluminación de los cogollos.
La idea no es dejar la planta «desnuda», sino eliminar estratégicamente las grandes hojas en abanico que bloquean los futuros sitios de flor.
Argumentos a favor de la defoliación
- Mejor penetración de la luz
La luz lo es todo en un cultivo LED. Las hojas grandes pueden dejar en sombra zonas enteras de cogollos. Al quitar algunas, los cogollos inferiores reciben más energía y se desarrollan mejor. - Mejor ventilación
Menos hojas = más aire entre las ramas. Esto reduce el riesgo de moho y oídio, especialmente en variedades índica densas. - Dirección de la energía
En lugar de gastar energía en enormes hojas, la planta se concentra en las flores. Resultado: cogollos más compactos y de mayor calidad.
Argumentos en contra de la defoliación
- Las hojas son fábricas de energía
Cada hoja es un panel solar. Menos paneles significa menos fotosíntesis. Quitar demasiadas ralentiza el crecimiento y puede reducir el rendimiento. - Estrés para la planta
Cada corte es una microherida. La planta necesita tiempo para recuperarse. Si te excedes, en lugar de un impulso obtendrás un retraso en la floración. - No todas las variedades lo toleran
Algunas sativas pierden hojas de forma natural y apenas necesitan intervención. En ellas, la defoliación es más un perjuicio que una ayuda.
¿Cuándo tiene sentido la defoliación?
- Plantas muy tupidas (ej. híbridos índica) → mejora la ventilación y reduce el riesgo de moho.
- Armarios pequeños (60×60 cm) → eliminar hojas estratégicamente ayuda a aprovechar mejor la luz.
- Técnicas de entrenamiento (SCROG, LST) → la defoliación ayuda a repartir la energía de manera uniforme.
¿Cuándo es mejor evitarla?
- Autos pequeños → defoliar puede frenarlos y reducir la cosecha.
- Variedades sativa de estructura aireada → ya tienen buena ventilación natural.
- Cultivadores principiantes → si no tienes experiencia, mejor dejar demasiadas hojas que quitar demasiadas.
Técnicas de defoliación
- Defoliación ligera — quitar solo algunas hojas que bloquean los sitios de cogollos.
- Defoliación fuerte — más agresiva, eliminar capas enteras de hojas durante el stretch (primeras 2 semanas de floración).
- Selección progresiva — método de cultivadores experimentados: eliminar cada día unas pocas hojas en lugar de hacerlo todo de una vez.
Ejemplos prácticos
- Cultivador en armario de 120×60 cm, LED 240 W, híbrido índica: tras defoliación fuerte en la semana 2 de floración, cosechó unos 500 g/m² de cogollos compactos.
- Cultivador con una sativa bajo HPS de 400 W: después de defoliar, la planta se ralentizó y el rendimiento bajó a 350 g/m², cuando sin defoliación daba más de 400.
Errores comunes
- defoliar cuando la planta ya está estresada (ej. tras exceso de riego o carencias),
- quitar hojas justo antes de la cosecha — estrés innecesario, sin beneficio,
- quitar demasiadas hojas de golpe → la planta queda “desnuda” y tarda en recuperarse.
Conclusión
La defoliación es una herramienta, no una obligación.
- En plantas densas mejora la luz y la ventilación.
- En armarios pequeños ayuda a sacar más partido a la lámpara.
- Con variedades adecuadas puede mejorar la calidad de los cogollos.
Pero:
- Siempre causa algo de estrés.
- Demasiada defoliación reduce el rendimiento.
- Antes de empezar, aprende a observar tu planta y a responder a sus señales.
👉 La regla más simple: solo quita una hoja si realmente estorba.