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Clorosis foliar – cuando el verde se desvanece y la planta pide ayuda

  • 15-ago.-2025
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En el mundo del cultivo de cannabis, pocas cosas inquietan tanto como ver que las hojas pierden su verde profundo e intenso. En lugar de ese color vivo, aparece una palidez que a veces deriva en un tono amarillento. Esto es la clorosis: un síntoma que puede significar muchas cosas, desde deficiencias leves de nutrientes hasta problemas graves en el sistema radicular.

Qué es realmente la clorosis
La clorosis es la pérdida del pigmento verde, la clorofila, en las hojas. La clorofila es responsable de la fotosíntesis, el proceso mediante el cual la planta convierte la luz en energía. Sin suficiente clorofila, la “fábrica” de la planta se queda sin materia prima, la producción se ralentiza e incluso puede detenerse por completo.

Primeros síntomas – de un ligero aclaramiento al amarilleo completo
A menudo comienza con un aclaramiento de las hojas más jóvenes en la parte superior de la planta. En caso de deficiencia de hierro, los brotes nuevos se tornan pálidos primero, mientras las nervaduras permanecen verdes. En deficiencia de magnesio, sucede lo contrario: las hojas más viejas se amarillean desde los bordes hacia adentro, con una decoloración característica entre las nervaduras.

De dónde viene la clorosis
Las causas son diversas y un diagnóstico correcto requiere observación y, a veces, análisis:

  • Deficiencias de nutrientes – hierro, magnesio, nitrógeno, manganeso.
  • Desequilibrio del pH – bloqueo de la absorción pese a la presencia de nutrientes.
  • Enfermedades de la raíz – pudrición radicular o infecciones fúngicas que limitan el transporte de nutrientes.
  • Exceso o falta de riego – alteración del equilibrio oxígeno–agua en la zona radicular.
  • Daños mecánicos o estrés ambiental – cambios bruscos de temperatura, exceso de luz.

Por qué es tan importante el diagnóstico
La clorosis es como la tos en los humanos: indica que algo no va bien, pero no revela la causa exacta. Un diagnóstico erróneo puede empeorar el problema. Tratar una deficiencia de hierro como si fuera de magnesio no ayudará. Si el pH está fuera de rango, ni el mejor fertilizante funcionará.

Cómo devolver a la planta su verde saludable

  • Comprobar el pH – en suelo, el rango ideal es 6,0–6,5; en hidroponía, 5,5–6,0.
  • Identificar la deficiencia – comparar el patrón de amarilleo con tablas de diagnóstico.
  • Ajustar la fertilización – añadir los micronutrientes que falten (p. ej., quelato de hierro, sulfato de magnesio) o macronutrientes.
  • Mejorar la zona radicular – garantizar buena aireación y drenaje, evitar el encharcamiento.
  • Observar el nuevo crecimiento – un follaje verde y sano indica recuperación.

Prevención – la mejor arma contra la clorosis
Controlar regularmente el pH, la CE y el estado de las hojas. Prevenir siempre es más fácil que corregir una deficiencia grave. Usar fertilizantes con un espectro completo de micronutrientes y enjuagar periódicamente el sustrato para evitar acumulaciones de sales.

La clorosis como lección de paciencia
Los cultivadores experimentados saben que la clorosis requiere calma y constancia. A veces la corrección lleva unos días, otras veces semanas. Lo esencial es evitar medidas precipitadas y permitir que la planta recupere el equilibrio a su propio ritmo.

Conclusión
La clorosis foliar no es una sentencia de muerte, sino una advertencia. Si la tomamos en serio, podemos devolver rápidamente la salud y la vitalidad a nuestras plantas. Esto requiere observación atenta, un diagnóstico preciso y acciones coherentes. En el cultivo de cannabis, como en la medicina, hay que tratar la causa, no solo los síntomas.

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