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Ciclo de luz en la fase de crecimiento y floración

Para el cannabis, la luz no es solo “combustible para la fotosíntesis”. Es también un reloj biológico. La planta “lee” la duración del día y de la noche para decidir si sigue produciendo hojas y tallos (fase vegetativa) o si empieza a formar flores (fase de floración). Entender cómo funciona este reloj – y cómo ajustarlo en cultivo interior – es una de las habilidades más importantes para cualquier cultivador. Sin ello, es fácil acabar con cosechas pobres, crecimiento desordenado o, peor aún, plantas que siguen “pensando” que todavía no es el momento.

Fotoperiódicas vs Autoflorecientes (y algo de genética)

  • Variedades fotoperiódicas (clásicas): reaccionan a la reducción de horas de luz. Días largos = crecimiento, días cortos = floración. Aquí, el cultivador decide cuándo hacer el cambio.
  • Autoflorecientes (genes de ruderalis): florecen según su propio calendario biológico, independientemente de la duración del día. La luz influye en la velocidad de crecimiento y el rendimiento, pero no inicia ni detiene la floración.
  • Índica/Sativa/Híbrido: las índicas suelen terminar antes y tolerar luz intensa con ciclos más cortos; las sativas suelen preferir “días” más largos en crecimiento y necesitan más tiempo para madurar. Los híbridos mezclan características y pueden sorprender.

El ciclo clásico en dos fases

  • Crecimiento vegetativo (VEG): se priorizan días largos y noches cortas. 18 horas de luz y 6 de oscuridad (18/6) es la norma. Algunos usan 20/4, pero no es un “turbo” milagroso – si el microclima no es óptimo, esas horas extra no harán maravillas.
  • Floración (FLOWER): para fotoperiódicas, se pasa a días más cortos. El ciclo 12/12 – mitad luz, mitad oscuridad – es el estándar. Este “día corto” envía la señal: “es hora de florecer”.

Nota para autoflorecientes: normalmente se mantienen con días largos (18–20 h de luz), ya que cada hora extra significa más fotosíntesis. Florecen de todas formas a su ritmo.

La oscuridad también es una señal

Los principiantes suelen centrarse en “cuánta luz” y olvidan la oscuridad. En fotoperiódicas, la noche es sagrada. Un armario mal cerrado, un piloto LED encendido o una puerta entreabierta – y se genera estrés: floración retrasada, confusión hormonal, incluso hermafroditismo. Cuando es de noche – es de noche de verdad.

Espectro – el color importa

La luz no es solo cantidad, también es calidad:

  • Luz azul (espectro frío): favorece crecimiento compacto y frondoso.
  • Luz roja (espectro cálido): estimula la floración y maduración de cogollos.
  • LED full spectrum: cubren ambos rangos; no hace falta obsesionarse buscando la “fórmula perfecta” si tienes un buen panel y clima estable.

Truco avanzado: breves pulsos de luz roja lejana al final del ciclo pueden acelerar “el sueño” de las plantas – útil, pero no esencial para principiantes.

¿Cuánta luz?

Más que fijarse en vatios, hay que entender el DLI (Daily Light Integral) – la cantidad total de luz recibida al día. En crecimiento, las plantas toleran y aprovechan más luz que al final de floración. Pero la intensidad debe ajustarse junto con CO₂, temperatura, humedad y nutrientes. Aumentar solo la luz sin ajustar lo demás provoca carencias, quemaduras o bloqueo.

Regla de oro: estabilizar clima (temperatura, humedad, ventilación) antes de subir intensidad, y hacerlo gradualmente observando la reacción.

El sustrato influye en la “dosis diaria”

  • Tierra: perdona errores, amortigua EC/pH. Dinámica más lenta, por lo que un crecimiento muy corto no basta – la planta necesita tiempo para establecerse.
  • Coco: intercambios agua/oxígeno más rápidos en raíces. Reacciones más rápidas a la luz, permitiendo ciclos más cortos.
  • Hidro/Aero: máxima velocidad – y tolerancia cero a errores. Ideal para alta intensidad y ciclos rápidos – pero solo para cultivadores experimentados.

Lámparas: LED, HPS, CMH – ¿cuál elegir?

  • LED full spectrum: más frescas, espectro equilibrado, alta eficiencia. Ideales para pisos y armarios pequeños.
  • HPS/MH: clásicos. MH para crecimiento, HPS para floración. Potentes, pero generan calor – gestión térmica necesaria.
  • CMH/LEC: buen espectro, rendimiento decente, luz equilibrada.
    Para principiantes, una buena LED regulable es la mejor opción: fácil de enfriar y ajustar.

Paso de crecimiento a floración – ¿cuándo?

No hay fecha fija. Depende del tamaño de la planta y el método de entrenamiento:

  • SOG (muchas plantas pequeñas) – cambio rápido para limitar altura final.
  • ScrOG/LST – crecimiento prolongado hasta llenar malla, luego 12/12.
  • Tras el cambio, prever el stretch – 1 a 3 semanas de fuerte crecimiento vertical.

Errores comunes con la luz

  1. Fugas de luz en la noche (fotoperiódicas) – bloqueo de floración, re-vegetación, “bananas”.
  2. Subir intensidad demasiado rápido – quemaduras, freno de crecimiento.
  3. Lámpara demasiado cerca – estrés lumínico: hojas en “canoa”, puntas blanqueadas.
  4. Horarios inestables – la planta pierde referencias. Fijar ritmo y mantenerlo.
  5. Ignorar el clima – la luz sola no basta. Sin temperatura y humedad óptimas, se pierde potencial.

¿Y los ciclos “exóticos”?

Hay de todo: 13/11 para potenciar sativa, 11/13 para maduración rápida, 24/0 en crecimiento para auto… Algunos funcionan, pero no para una primera vez. Empieza con 18/6 y 12/12 (fotoperiódicas) o 18–20 h constantes para auto.

Adaptar ciclo a variedad y espacio

  • Armario pequeño, altura limitada: crecimiento corto, cambio temprano, entrenamiento bajo.
  • Híbridos con dominancia sativa: no prolongar demasiado el crecimiento – ya se estiran bastante. Usar malla o LST.
  • Autos en microcultivo: 18–20 h constantes, sin cambio. Clima estable > horarios exóticos.

Ajustar con nutrición

Cambio de ciclo = cambio de necesidades nutritivas. Tras pasar a 12/12, la planta modifica su demanda (N-P-K, micros). Exceso de nitrógeno al inicio de floración = hojas muy oscuras, maduración retrasada. La luz marca el ritmo, pero el fertilizante debe seguirlo.

Lista rápida para principiantes

  • Sin fugas de luz de noche.
  • Horarios fijos y estables.
  • Subir intensidad poco a poco.
  • Observar puntas – hablan primero.
  • Ventilación y clima estables.

 

En resumen: Crecimiento = días largos, Floración = días cortos (fotoperiódicas). Éxito = ritmo constante, oscuridad real e intensidad adaptada al clima. Lo demás llega con la experiencia.

Manolo MJF

Hey, I’m Manolo from MJF – your go-to grow buddy 🌿. I blog about everything cannabis cultivation: from sprouting your first seed to harvesting top-shelf buds. Whether you're growing in a closet or a custom-built growroom, I’m here to share tips, tricks, and tried-and-true methods to keep your plants (and you) thriving. Light it up with knowledge and let’s grow together! 💡🌱 #GrowWithManolo

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