Almacenar correctamente las semillas de cannabis es clave para asegurar altos porcentajes de germinación, plantas jóvenes sanas y cultivos exitosos en el futuro. Si quieres conservar tus genéticas favoritas por años y garantizar que tus semillas broten incluso tras largos periodos de almacenamiento, debes proporcionarles las mejores condiciones posibles.
¿Por qué es tan importante conservar las semillas de cannabis?
Las semillas de cannabis son organismos vivos que contienen un embrión capaz de convertirse en una nueva planta. Con el tiempo, factores desfavorables como la humedad, la temperatura, la luz y el oxígeno van reduciendo su viabilidad. Bien almacenadas, las semillas pueden mantener una alta capacidad de germinación durante cinco años o incluso más bajo condiciones óptimas.
Factores clave para guardar semillas de cannabis
Humedad
Es el mayor enemigo de las semillas. Una humedad superior al 25% favorece el desarrollo de moho y puede provocar una germinación prematura. Un ambiente seco es esencial para la durabilidad.
Temperatura
Las semillas se conservan mejor en condiciones frescas. Una nevera a 4–8°C permite almacenarlas durante varios años. El congelador puede prolongar aún más su vida útil, aunque para la mayoría no suele ser necesario.
Luz
Guarda las semillas en completa oscuridad. Incluso una exposición breve a los rayos UV puede dañar el embrión y reducir la germinación.
Aire y oxígeno
Limitar el acceso al aire y al oxígeno ayuda a frenar la degradación. Lo ideal son recipientes herméticos o envases al vacío, con un desecante (como gel de sílice) en el interior.
Métodos prácticos para la conservación de semillas de cannabis
1. Conservación a corto plazo (hasta 6 meses):
Basta con un armario oscuro, cajón o recipiente en un lugar fresco y seco.
Las semillas se mantienen en su envase original o en una bolsa zip hermética.
Evita cocinas, baños y lugares expuestos a cambios de temperatura y humedad.
2. Conservación a largo plazo (1–5 años):
La nevera es ideal – recipiente cerrado, seco y con desecante. Los frascos de vidrio, los tubos Eppendorf sellados o las bolsas al vacío funcionan muy bien.
Si es posible, mantén las semillas en su envase original opaco.
Añade un paquete de gel de sílice para absorber la humedad.
No abras el recipiente frecuentemente para evitar cambios bruscos de temperatura.
El congelador es posible, pero tras descongelar se deben usar las semillas enseguida; no se recomienda volver a congelarlas.
3. Conservación doméstica:
Para una pequeña colección, basta con una bolsa zip o frasco bien cerrado en el armario.
Con mayor cantidad o si deseas almacenar genética durante años, invierte en envases al vacío y desecantes.
Errores frecuentes al almacenar semillas
Guardar las semillas en lugares cálidos y húmedos.
Usar recipientes plásticos de baja calidad que dejan pasar la humedad.
Exposición a la luz del día (por ejemplo, alféizares), sin protección.
Abrir el recipiente repetidamente – cambios bruscos de temperatura y humedad.
Guardar semillas dañadas, partidas o con manchas.
¿Cuándo pierden viabilidad las semillas?
En ambientes cálidos y húmedos, la germinación puede bajar a cero en cuestión de meses.
En la nevera, la viabilidad suele permanecer por encima del 50% tras cinco años.
En el congelador, las semillas pueden sobrevivir hasta una década, aunque normalmente no es necesario almacenarlas tanto tiempo.
Resumen
Guarda las semillas de cannabis en oscuridad, frío, sequedad y en un recipiente hermético.
El mejor lugar es una nevera, con un paquete de gel de sílice.
No abras el recipiente innecesariamente; selecciona solo semillas sanas y sin daños.
Para conservaciones largas, utiliza envases al vacío – protegen frente a la humedad, oxígeno y luz.
Crea tu propio "banco genético": colecciona semillas y tu jardín estará siempre preparado para nuevos retos.
¡Cuida tus semillas y te recompensarán con una germinación vigorosa durante muchos años!