Imagina que revisas tus plantas y ves algo raro en las hojas. No son las típicas manchas redondas de alternariosis, ni el amarillo de la septoriosis. Aquí, una parte del limbo se empieza a secar, se vuelve gris o marrón (necrosis) y a veces ves que el pecíolo (el rabillo de la hoja) o la nervadura están dañados, casi como si algo se los estuviera “comiendo” por dentro. Eso es antracnosis de manual.
¿Cómo reconocer la antracnosis en cannabis (para que no te engañe)?
Fragmentos secos, necrosados en la hoja: Marrón o gris, formas irregulares, como si se quemaran.
Daños en pecíolos y nervaduras: Hay manchas alargadas y oscuras, el rabillo puede verse flácido o hueco por dentro.
La hoja se muere “desde dentro”: El tejido entre las nervaduras se seca, mientras que el resto de la hoja aún parece verde un rato.
Estado avanzado: La hoja completa se seca, se quiebra o se cae, dejando solo los restos secos en la planta.
¿De dónde viene y cuándo es más peligrosa la antracnosis?
Este hongo –Colletotrichum o Gloeosporium– ama la humedad, las noches frescas y los sitios donde las hojas se rozan o quedan pegadas (por ejemplo, en copas densas o junto a la pared del indoor). Suele entrar por heridas, mordidas de insectos o daños mecánicos, y ataca sobre todo hojas viejas y zonas bajas, especialmente cuando el cultivo está denso y húmedo.
¿Qué hacer para que la antracnosis no arruine tu cultivo?
Revisa bien tus plantas, sobre todo pecíolos y nervios. Cuanto antes pilles una “mancha muerta”, menos daño hará el hongo.
Dale espacio a las plantas. Hojas amontonadas = paraíso de la antracnosis.
Riega solo en la base, nunca mojes las hojas – a este hongo le encanta la humedad en la superficie.
Corta cualquier hoja o rama infectada al momento: Tijeras bien afiladas y limpias, ¡luego desinféctalas!
Mejora la ventilación y airea tu espacio – el aire en movimiento es tu mejor amigo.
¿Y si ya tienes antracnosis?
Quita todas las hojas y pecíolos infectados cuanto antes, antes de que suba la enfermedad.
Rocía con soluciones naturales: alcohol diluido (1:1 con agua), bicarbonato (2–3 cucharaditas por litro de agua) o extracto de ajo.
Emplea azufre, fungicidas cúpricos (Caldo bordelés) o clorotalonil: Aplica cada 7–10 días, siempre siguiendo la etiqueta.
¡Atención con el plazo de seguridad antes de la cosecha!
Refuerza las defensas de la planta: infusión de cola de caballo, aloe o própolis por vía foliar.
Limpia la base de las plantas, retira hojas caídas: ahí espera el hongo para atacar.
Si llega al tallo, poda fuerte y acepta que a veces es mejor desechar lo peor.
Errores comunes y diagnósticos equivocados
Confundirla con alternariosis o septoriosis: Esas provocan manchas más redondas; la antracnosis “devora” de forma irregular y suele ir por las nervaduras.
Pensar que es una carencia: Si solo se seca una parte de la hoja y el resto sigue verde, no es falta de nutrientes.
No revisar el pecíolo: La antracnosis suele empezar en los rabillos, si no los miras te pierdes el principio de la infección.
Reaccionar tarde: Si esperas a que media hoja esté marrón, vas perdiendo la batalla.
FAQ – Antracnosis en cannabis
¿Solo afecta las hojas?
No – en infecciones graves puede atacar pecíolos, tallos e incluso flores.
¿Qué condiciones la favorecen?
Humedad mayor al 60%, muchas hojas viejas, copas densas y poca ventilación.
¿Se puede salvar una planta muy afectada?
Sí, si actúas rápido: poda intensa y mejora todo el ambiente.
¿Qué producto va mejor para la antracnosis?
Azufre, cúpricos (Caldo bordelés), bicarbonato y, sobre todo, higiene constante. ¡Usa siempre la dosis indicada!
¿Dejar las hojas poco afectadas?
Mejor córtalas – el hongo muchas veces se esconde en los bordes dañados.
En resumen
La antracnosis es un ladrón silencioso en tu jardín: no avisa, pero puede destruir hojas en poco tiempo. Revisa seguido, actúa con tijera limpia y desinfecta rápido; es mejor prevenir y cortar por lo sano que intentar revivir plantas moribundas. ¿Y ver hojas sanas y jugosas? Eso es lo que pone de buen humor a cualquier cultivador de verdad.